Corto







Este es un cortometraje que hemos realizado mi compañera Miriam y yo, para la asignatura de diseño curricular y aulas digitales de la UA. En el cual, hemos querido plasmar la importancia de la docencia, la cual suele ser menospreciada y ridiculizada. 
Nos inspiramos para hacerlo gracias al maravilloso vídeo de Elio Gonzalez "Muertos de hambre" que trata la poca consideración que se le da al arte en nuestros días


Texto: 

Desde que comencé la carrera, llevo escuchando una serie de comentarios que comienzan a ser redundantes. Siempre que alguien me pregunta sobre mis estudios, sale esa sonrisa socarrona cuando contesto para lo que me estoy preparando, seguido, generalmente de un “¿Magisterio? Si eso no es estudiar” o algo relacionado con la plastilina y demás manualidades.


¿Pero qué es ser maestra o maestro, sino cambiar el mundo desde sus raíces? ¿Qué es la educación? ¿Os habéis parado a pensarlo? En nuestro país se tiende a menospreciarla, pero no debemos olvidar que gracias a ella somos quienes somos. Nuestros valores, nuestra cultura, nuestros gustos, nuestra vida… Se forman en función de cómo nos eduquen. Los encargados, las encargadas de educar a la sociedad son responsables del futuro de ella. El mundo sería más oscuro, más brutal sin ellos y ellas.

Nelson Mandela dijo una vez que “la educación es el arma más importante que podemos usar para cambiar el mundo” ¿Y es que en serio alguien puede imaginarse qué sería de nosotros y nosotras sin maestros, sin profesoras? ¿Qué sería de nuestra vida sin poder leer nuestro libro favorito, porque no sabríamos leer? ¿Qué sería de nuestra vida sin ese hobby que tanto nos llena, que normalmente descubrimos en el colegio? ¿Qué sería de nuestra vida sin entender lo que sucede a nuestro alrededor, siendo controlados por otra gente?

Una sociedad ignorante está condenada al fracaso. Por ello lucha cada día, en cada aula, un docente; para que podamos afrontar la vida con la mayor seguridad y dignidad, bajo cualquier situación que se nos presente.

Y claro que existen malos profesores, malas maestras; yo misma me he topado con unos cuantos. Pero precisamente por eso hay gente sin vocación que a veces decide realizar esta carrera, por los “bah, magisterio”, “la carrera más fácil de todas”, “al menos algo de estudios tendrás”. A lo mejor la carrera no es la más difícil que existe, pero paraos a pensar, solo por un momento, en la responsabilidad que tienen, que tendremos, al terminar esta carrera de pocas ecuaciones.

Cientos de niños y niñas pasarán por nuestras aulas, quedarán en nuestras manos, a nuestra merced. De nosotras y nosotros dependerá que su vida, no solo su futuro, su vida presente, sea satisfactoria, plena, feliz.

Así que, maestros, profesoras, aspirantes a ello… No olvidéis que estáis cambiando el mundo.


Tomas falsas





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