viernes, 27 de abril de 2018

Consumo responsable: marcas de ropa

Asignatura: Educación para el desarrollo personal, social y medioambiental.

Práctica 14

A decir verdad, no tengo marcas de ropa favoritas, tengo tiendas a las que voy a comprar ropa cuando la necesito -aunque debo reconocer que ciertas veces no es una necesidad real, si no la falsa ilusión de necesidad que nos genera el consumismo; a pesar de eso, procuro siempre revisarme y tratar de consumir lo menos posible-, no soy capaz de considerar una tienda como favorita cuando, seguro, explota a niñas, niños y mujeres en sus producciones.
Procuro comprar en Oxfam Intermón, la única tienda de comercio justo de mi ciudad, en la que sí que se siguen procedimientos íntegros tanto en el trato de las personas que producen los productos como en la extracción de los materiales mismos.
Pero también muchas veces caigo en ir a otros sitios, tiendas más asequibles a las que puedes acceder a gran variedad de productos, pero en las que el proceso de elaboración es más turbio.
No he logrado encontrar información sobre el verdadero proceso de ella porque todo lo que he encontrado es en páginas web de la marca o afines, por lo que lo pintan todo muy aséptico, objetivo y eficiente, como si solo se valieran de maquinaria para realizar la ropa. 
Entonces:
El proceso de producción comienza por el diseño por ordenador de la prenda. El patrón obtenido se prueba en un maniquí y, si supera el examen, se extenderá a diferentes tallas.
Cuando el patrón llega a fábrica comienza el proceso industrial. Este es despiezado y cuadrado en el ordenador para aprovechar la tela todo lo posible. La primera elección es el tipo de tejido (que se compran con anticipación) y, después, se hace el estampado. 
Cuando la prenda está cosida, se plancha y, entonces, se lleva a cabo el control de calidad. En esta fase, también se coloca la alarma, la etiqueta y se cubre con un plástico protector biodegradable.
Entonces pasa a la fase de distribución, donde trasladan la ropa a los puntos de venta en dos días desde cualquier parte del mundo, alegando que sobre todo se realiza en el país de procedencia de dicha empresa. 
Por último, en la fase de consumo, aseguran que los clientes deciden qué ropa llevarse y cuáles son las tendencias, y ellos crean a su gusto (cosa que es bastante difícil de creer sabiendo cómo funcionan los medios de producción y la moda en general).


Como decía, todo muy eficiente, solo faltaría ver cómo son sus talleres de costura.

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