Asignatura: Educación para el desarrollo personal, social y medioambiental.
Práctica 1
¿Cuál es el significado de salud? Según la OMS, la salud es
el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de enfermedades. Por lo que para ser personas completamente sanas
debemos tener salud física, que sería la ausencia de enfermedad, síntomas y
efectos adversos del tratamiento, salud psicológica o percepción de la persona
de su estado cognitivo y afectivo, incluyendo creencias personales, espirituales
y religiosas, y salud sociocultural, o sea, la percepción del sujeto de las
relaciones interpersonales y los roles sociales en la vida, como la necesidad
de apoyo familiar y social, el desarrollo académico y/o el desarrollo laboral.
Pero, entonces, ¿cuál es el significado de enfermedad? La
respuesta que no da Dubos es que el elemento esencial de la enfermedad no
reside en la infección, sino en cualquier estímulo, interno o externo, que
altere la resistencia y rompa el equilibrio interno. En definitiva, la pérdida
de salud.
Existen infinidad de causas por las que se puede perder
salud, podemos clasificarlas en: forma de vida del sujeto (su higiene,
alimentación, actividad física, trabajo, estrés, etc.), infecciones que
contraiga, drogas que consuma, alteraciones mentales y/o genéticas del sujeto y
alteraciones del medio ambiente con el que tiene contacto.
Los problemas de salud más comunes actualmente son los desórdenes
crónico-degenerativos como los reumatismos, enfermedades cardiovasculares,
tumores… También el alcoholismo, tabaquismo, drogodependencias, diabetes,
obesidad, procesos reumáticos, enfermedades mentales, etc. A destacar que ha
habido un retroceso de las enfermedades infecto-contagiosas con respecto a
otras épocas debido a las vacunas.
Las tendencias actuales de
actuación y prevención de enfermedades, están generalmente contaminadas por
la cultura de la profesionalización del cuidado y el no-autocuidado, es decir,
descuidamos los cuidados que debemos llevar a cabo para con nosotras y nosotros
mismos, y los relegamos a la solución que nos da la medicina. Por lo tanto,
dejamos a un lado la prevención y solo tenemos en cuenta la solución clínica.
Culturalmente hablando, claro.
¿Qué hacer para vivir con
salud? Tener muy en cuenta nuestros hábitos y aprender a auto-cuidarnos. Esto
se traduce en tener una buena dieta, rica el fruta, verdura y leguminosas,
reduciendo las grasas saturadas, los lácteos (debido a las hormonas y a las
células somáticas, o pus, que contiene) y la carne (también debido a las
hormonas y los antibióticos que se les inyecta a los animales explotados,
además de su alto índice de grasa). También evitar una vida sedentaria, ya sea
haciendo deporte, bailando, dando largos paseos… Todo lo que implique mover el
cuerpo. Y, por último, debemos tener en cuenta el cuidado de nuestra higiene
física y mental, es decir, procurar crear hábitos de limpieza del cuerpo como
lavarnos las manos, cara y dientes, ducharnos y cambiarnos la ropa diariamente,
cepillarnos el cabello, etc. Y, en lo que se refiere a mental, tener un buen
autoconcepto, tener consciencia de nuestras emociones (tratando de potenciar
las positivas y reducir las negativas), aprender a poner límites, tener sentido
del humor…
Estos hábitos, llevando todo esto
al campo de la enseñanza y/o la crianza de niñas y niños, deben ser asumidos en
la infancia por quien o quienes se ocupen del cuidado del niño o la niña, para
después ser inculcados por la docencia y los padres y madres, enseñándoles a
crearlos y a mantenerlos. Se trata de elementos básicos que debemos tener en
cuenta si asumimos los cuidados de la infancia.
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