viernes, 23 de marzo de 2018

Pediculosis, ¿cómo tratarla desde la escuela?

Asignatura: Educación para el desarrollo personal, social y medioambiental.

Práctica 2


Un tema de mucha trascendencia en los centros educativos es el relacionado con la pediculosis, es decir, los piojos. ¿Qué debemos hacer si vemos a un niño o una niña rascándose la cabeza o quejándose del picor? En mi opinión lo primero que debemos hacer es cerciorarnos de si tiene o no, revisando su cuero cabelludo con especial incapié en patillas y nuca. Una vez comprobado que sí tiene, debemos avisar a los padres y las madres de la clase de que revisen al alumnado e informarles de los posibles tratamientos a seguir para evitar contagiarse y/o deshacerse de ellos.
Para evitar el contagio dentro de casa, aunque es muy difícil, lo que se debe hacer es lavar toallas, ropa y sábanas con agua muy caliente y añadiendo vinagre en vez de suavizante. También añadir unas gotas de aceite de árbol de té al cabello ayuda a ahuyentar la infección.
El tema de si se debe o no prohibir la entrada al colegio a un niño o niña que tiene piojos, es algo muy polémico. Considero que no debe prohibirse como tal, pero se debe estudiar cada caso y, en la medida de lo que sea posible para las familias de los afectados y/o afectadas, sería positivo para que haya los mínimos contagios que pasaran unos días en casa hasta haber retirado todos los parásitos.
Con respecto a cómo se debe tratar el tema con las familias, en mi opinión es un tema de lo más normal y hay que tratarlo con la naturalidad que merece. Yo lo explicaría de manera que expusiera toda la información que conozca sobre el tema y enfocándome principalmente en la prevención, pero también en los modos de eliminación y, sobre todo, en cómo tratarlo con los niños y las niñas. Que lo perciban como algo natural y no un motivo de vergüenza.

domingo, 11 de marzo de 2018

Salud y enfermedad, ¿qué hacer para vivir con salud?


Asignatura: Educación para el desarrollo personal, social y medioambiental.

Práctica 1

¿Cuál es el significado de salud? Según la OMS, la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades. Por lo que para ser personas completamente sanas debemos tener salud física, que sería la ausencia de enfermedad, síntomas y efectos adversos del tratamiento, salud psicológica o percepción de la persona de su estado cognitivo y afectivo, incluyendo creencias personales, espirituales y religiosas, y salud sociocultural, o sea, la percepción del sujeto de las relaciones interpersonales y los roles sociales en la vida, como la necesidad de apoyo familiar y social, el desarrollo académico y/o el desarrollo laboral.
Pero, entonces, ¿cuál es el significado de enfermedad? La respuesta que no da Dubos es que el elemento esencial de la enfermedad no reside en la infección, sino en cualquier estímulo, interno o externo, que altere la resistencia y rompa el equilibrio interno. En definitiva, la pérdida de salud.
Existen infinidad de causas por las que se puede perder salud, podemos clasificarlas en: forma de vida del sujeto (su higiene, alimentación, actividad física, trabajo, estrés, etc.), infecciones que contraiga, drogas que consuma, alteraciones mentales y/o genéticas del sujeto y alteraciones del medio ambiente con el que tiene contacto.
Los problemas de salud más comunes actualmente son los desórdenes crónico-degenerativos como los reumatismos, enfermedades cardiovasculares, tumores… También el alcoholismo, tabaquismo, drogodependencias, diabetes, obesidad, procesos reumáticos, enfermedades mentales, etc. A destacar que ha habido un retroceso de las enfermedades infecto-contagiosas con respecto a otras épocas debido a las vacunas.
Las tendencias actuales de actuación y prevención de enfermedades, están generalmente contaminadas por la cultura de la profesionalización del cuidado y el no-autocuidado, es decir, descuidamos los cuidados que debemos llevar a cabo para con nosotras y nosotros mismos, y los relegamos a la solución que nos da la medicina. Por lo tanto, dejamos a un lado la prevención y solo tenemos en cuenta la solución clínica. Culturalmente hablando, claro.
¿Qué hacer para vivir con salud? Tener muy en cuenta nuestros hábitos y aprender a auto-cuidarnos. Esto se traduce en tener una buena dieta, rica el fruta, verdura y leguminosas, reduciendo las grasas saturadas, los lácteos (debido a las hormonas y a las células somáticas, o pus, que contiene) y la carne (también debido a las hormonas y los antibióticos que se les inyecta a los animales explotados, además de su alto índice de grasa). También evitar una vida sedentaria, ya sea haciendo deporte, bailando, dando largos paseos… Todo lo que implique mover el cuerpo. Y, por último, debemos tener en cuenta el cuidado de nuestra higiene física y mental, es decir, procurar crear hábitos de limpieza del cuerpo como lavarnos las manos, cara y dientes, ducharnos y cambiarnos la ropa diariamente, cepillarnos el cabello, etc. Y, en lo que se refiere a mental, tener un buen autoconcepto, tener consciencia de nuestras emociones (tratando de potenciar las positivas y reducir las negativas), aprender a poner límites, tener sentido del humor…
Estos hábitos, llevando todo esto al campo de la enseñanza y/o la crianza de niñas y niños, deben ser asumidos en la infancia por quien o quienes se ocupen del cuidado del niño o la niña, para después ser inculcados por la docencia y los padres y madres, enseñándoles a crearlos y a mantenerlos. Se trata de elementos básicos que debemos tener en cuenta si asumimos los cuidados de la infancia.

sábado, 10 de marzo de 2018

Desarrollo de la salud, consumo responsable y protección del medio ambiente

Asignatura: Educación para el desarrollo personal, social y medioambiental.

Práctica 0


La escuela tiene grandes y variadas posibilidades de contribución al desarrollo de la salud, al consumo responsable de su alumnado y a la protección del medio ambiente, dado que dicho alumnado pasa gran parte de su vida en el centro educativo y en contacto con la comunidad educativa, aprendiendo tanto del material que se imparte como de la influencia que ejerce el personal del centro, incidiendo en el profesorado y, más aún, en la tutora o el tutor en el caso de Infantil, dado que es con la persona que comparten gran parte de su día a día. Por lo que, como docentes, no debemos olvidar la importancia de la transmisión de ciertos valores y modelos como son el consumo responsable y la protección del medio ambiente, de la enseñanza del autocuidado y de acompañar y facilitar en lo posible el desarrollo de la salud.